16.10.09


Quiso volar igual que las gaviotas,
libre en el aire, por el aire libre.
Y los demás dijeron: pobre idiota,
no sabe que volar es imposible.
Pero extendió sus alas hacia el cielo
poco a poco fue ganando altura
y los demás quedaron en el suelo
guardando la cordura.
Y construyó castillos en el aire...
a pleno sol, en nubes de algodón.
En un lugar a donde nunca nadie
pudo llegar usando la razón.
Y construyó ventanas fabulosas,
llenas de luz, de magia y de color.
Y convocó al duende de las cosas
que tienen mucho que ver con el amor.
En los demás, al verlo tan dichoso,
cundió la alarma, se dictaron normas,
no fuera a ser que sea contagioso
tratar de ser feliz de aquella forma.
La conclusión, fue clara y contundente
lo condenaron por su chifladura,
a convivir de nuevo con la gente
vestido de cordura.
Así termina la historia del idiota
que libre en el aire, por el aire libre
quiso volar igual que las gaviotas,
pero eso es imposible.
¿O no?

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